Ha salido una nueva estadística y…
Imagina que cada tres horas falleciese una persona. Un muerto cada tres horas. Ocho al día. ¿Es mucho o poco? ¿Y si supieras fehacientemente que es un por una causa evitable? Un fallecido cada 180 minutos por motivos que podrían haberse evitado. Es un dato real: sólo en Asturias, alguien muere cada tres horas por complicaciones relacionadas con el tabaco.
Especialmente espeluznante si recordamos que en Asturias hay sólo un millón de personas.
El tabaco mata. Es así de crudo. No se trata de tener un poco de tos por la mañana o perder resistencia aeróbica o que suba la presión arterial, o que vayas oliendo a humo y con gusto a ceniza si te besan. No se trata del dineral que se consume. Se trata de que te mueres. Uno cada tres horas.
Al menos vamos en la buena dirección: los niños empiezan a fumar cada vez más tarde, y el consumo diario de tabaco desciende dramáticamente. ¿Por qué no empezar nunca? ¿Por qué no fumar nada, en vez de poco?
Fumar suele ser un método de control de la ansiedad, incluso en la gente que no es consciente de sufrir ansiedad. Hay una dependencia psicológica del tabaco, como podría ser de otras sustancias o de ordenar las cosas compulsivamente. Por otro lado está el hábito social, el fumar como parte de la integración en el grupo o hasta del pleno disfrute de las situaciones, como si faltara algo si no enciendes el cigarro.
¿Se puede abandonar el hábito? ¿De verdad se puede dejar de fumar? Por supuesto. Cuando de verdad es el momento, cuando has tomado de veras la decisión en tu interior, se consigue. Con ayuda para la desintoxicación y la dependencia físicas, y orientación psicológica, puedes dejar atrás el tabaco en un tratamiento sin dolor a tu disposición en Gijón, Avilés y Oviedo.
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